El Morgan Sports Car Club de España llevaba años intentando organizar una salida por Reino Unido con el propósito de visitar la Factoría que Morgan tiene en Malvern Hills. Un reto que se vio truncado con la pandemia y que no acababa de ponerse en marcha. Por fin y gracias al empuje que supone celebrar el 40º Aniversario del Club, Eduardo y Javier se ponen manos a la obra y lanzan la propuesta, muy bien recibida por algunos socios que se suman a la iniciativa y se lanzan a la Gran Bretaña. Esta ha sido la aventura de los 13 vehículos que han recorrido miles de kilómetros hasta llegar a Malvern.
Eduardo, ¿cómo fue la experiencia de este viaje tan especial desde España hasta la factoría de coches Morgan en Malvern, Reino Unido?
Ha sido un viaje que difícilmente se volverá a repetir, ya que se han conjurado varios elementos que, una vez alineados, han encajado perfectamente. Me refiero al itinerario escogido, al diseño del viaje, los hoteles en los que nos hemos alojado y los dos pasajes en barco, que a pesar de ser un momento delicado, funcionaron a la perfección.
A todo esto hay que sumarle el excelente trabajo de preparación por parte de Javier Gómez Barrero. Otro elemento a destacar fue el entusiasmo, la flexibilidad de los participantes ante imprevistos y cambios de planes y el buen ambiente del grupo. Por último, pero no menos importante, la excelente acogida de la comunidad Morgan en el Reino Unido, tanto en la visita como en todas las actividades en las que hemos coincidido. Como guinda al pastel, un tiempo primaveral, de manga corta y sol en casi todas las jornadas. Un lujo.
¿Cómo surgió la idea de organizar esta salida?
Ya nos rondaba la idea en el pasado y lo hemos intentado en varias ocasiones, promovida por algunos socios que querían visitar la casa matriz de Morgan en Malvern. Intentamos organizarlo hace unos años, pero no hubo suficiente interés. Embarcarse – literalmente – rumbo a Reino Unido es un reto para pensárselo. Esta vez, con el pretexto del 40º Aniversario del Club, varios de los socios nuevos estaban muy interesados. De hecho, la mitad del grupo de trece coches que fuimos estaba compuesto por personas que se han unido al club en los últimos años. Hay ganas de aventuras con el Morgan.
¿Quién se encargó de la organización y planificación del viaje?
Javier Gómez Barrero tomó el liderazgo en la preparación en detalle del viaje. Yo trabajé muy de cerca con él, apoyándole en algunos aspectos, pues conozco el país, he estado en Malvern otras dos veces y tengo contactos en el club Morgan que nos podían ayudar con recomendaciones de sitios y hoteles. Un trabajo en equipo que ha funcionado a las mil maravillas.
¿Cuánto tiempo de antelación necesitasteis para prepararlo todo?
Tuvimos que empezar a finales del último trimestre de 2023. Vimos que había dificultades para conseguir hoteles en varias localizaciones, así que empezamos con bastante antelación. Lo mismo con el ferry, imagínate, ya en noviembre o diciembre nos costó encontrar cabinas iguales para todos. Fue más difícil para el viaje de vuelta que para el de ida. Al final ha salido todo bien y ha merecido la pena el tiempo que le hemos dedicado.
¿Cómo se decidieron las paradas del itinerario?
El propósito fundamental del viaje era llegar a Malvern, para visitar la factoría Morgan. Muchas de nuestras conversaciones con Javier fueron sobre lo qué no hacer. Es fácil caer en la trampa de querer hacer demasiadas cosas, y al final es imposible combinarlas todas. El éxito ha estado en diseñar un itinerario que no fuera ni demasiado cargado en kilómetros ni excesivo en actividades culturales, permitiendo disfrutar del viaje por la campiña inglesa.
¿Cómo fue el viaje en ferry? Parece complejo el tema de embarcar, la bodega, la frontera…
El viaje en ferry fue muy bien tanto a la ida como a la vuelta. Al salir de Santander, el mar estaba un poco picado y hubo algunos mareos, pero al final se resolvió bastante bien. Pudimos disfrutar del pasaje tanto a la ida como a la vuelta. Creo que a la media hora de entrar en el barco, tanto a la ida como, sobretodo a la vuelta, todo el barco sabía que había un grupo importante de españoles a bordo, por el buen ambiente que montábamos. Nuestros Morgan viajaron perfectamente estibados en sus correspondientes bodegas, impolutas y bien iluminadas.
Una vez en Gran Bretaña ¿qué lugares se visitaron durante la ruta?
Tras desembarcar, subimos desde Plymouth hasta Malvern, pasando por carreteras muy bonitas y atravesando el Parque Nacional de Dartmoor. La primera noche nos alojamos en un antiguo castillo, precioso, una buena forma de entrar en contacto con el Reino Unido. También se nos unieron Nuria y Eduardo Falgás, que venían de celebrar su Aniversario por Irlanda y Reino Unido, un bonito reencuentro.
La visita a la factoría Malvern, ¿cómo se vivió?
La visita a Malvern estuvo completamente al nivel de las expectativas, diría que incluso las superó. Es muy emocionante ver el proceso de fabricación en directo, el mimo y la profesionalidad con que cada operario trabaja sobre los vehículos en el proceso de fabricación. El cuidado al detalle es brutal. Como anécdota apuntar que parecía que había más ganas de visitar la tienda que la fábrica, todo el mundo probándonos ropa, complementos Morgan, comprando detalles, fue muy divertido y nos trataron muy bien.
Nos encontramos con gente de los clubes locales de Morgan que se ofrecieron, tanto a hacer de anfitriones en la visita a la fábrica, como luego por la tarde, formando grupos y guiándonos en un recorrido por las colinas de Malvern que estuvo genial.
También nos llevaron a ver el museo Bugatti, en las zonas de la familia Bugatti, que de hecho siguen estando por allí. Tenía cosas muy curiosas, pequeño pero agradable de ver. Y como colofón, la mujer de uno de los miembros del club Morgan nos hizo toda una selección de galletas caseras que estaban fantásticas, no quedó ni una…
Españoles y Morgan, ¿cómo os recibían los lugareños?
El recibimiento en todas partes fue muy agradable. Nos recibía gente que tenía Morgans mientras visitábamos distintos lugares. Cuando aparcamos en un pueblo de los Cotswolds, que era otra de las zonas que queríamos ver como prioridad, nos abordó una persona que tenía su casa justo en frente y nos invitó a ver su colección de coches. Aquel hombre tenía un McLaren, un Aston Martin, un Lotus de colección, un Caterham, un Fórmula 5000, creo que el garaje valía más que la casa, increíble. Otro vecino se ofreció a hacernos de guía en el pueblo de Chipping Campden, muy cercano y agradable el hombre. Algo que llamó la atención al grupo es que, aunque el Morgan es un coche muy particular y poco visto en España, es mucho más común en Inglaterra, pero aun así, todo el mundo nos saludaba. Nos cruzamos con muchos clásicos, sobre todo por la zona de los Cotswolds, todos nos saludaban con mucho cariño. Había un sentido de camaradería y apoyo en cada kilómetro que realmente añadió un plus al disfrute del viaje.
¿Algún incidente durante el viaje?
Uno de nuestros Morgan desarrolló un bulto en la goma de las ruedas traseras que era imposible de ver desde fuera. Otro coche lo vio y nos alertó rápidamente. Paramos, hicimos el correspondiente cambio de ruedas y a continuar viaje. Fue un golpe de buena suerte, pues esa rueda podría haber explotado y haber causado un accidente.
Como colofón, ¿qué destacarías de este viaje?
Destacaría los cuatro elementos clave que comentábamos al principio: el excelente trabajo preparatorio de Javier, el entusiasmo y buen ambiente del grupo, un itinerario bien diseñado, y la excelente acogida de la comunidad Morgan en Inglaterra. Todo salió incluso mejor de lo esperado, superando nuestras expectativas y haciendo de este un viaje inolvidable.
Suena genial y ya tenemos ganas de organizar a futuro una nueva salida a Malvern, a ver si se animan más socios. ¡Gracias Eduardo!