Pili Cano. “Le tourbillon de la vie”

Pili Cano. “Le tourbillon de la vie”

Pili Cano en su flamante Morgan 4/4

A Pili se le iluminan los ojos cuando habla de su padre. Un padre maravilloso y aventurero, nos cuenta, del que heredó su pasión por la vida, por el trabajo y por las aficiones que durante años pudieron compartir, la náutica y el motor. Desde muy joven Pili ya le acompañaba a los rallys; el de Cataluña, el que se celebraba en la Vall d’Aran, que recorrió las carreteras de Lleida entre los años 1956 y 1976, el de Andorra, y también por algunas rutas del sur de Francia…

El verano antes de irse a Barcelona a estudiar Derecho, se escapó unas semanas a recorrer España y el norte de África con 17 años y un padre aventurero – “nos fuimos los dos solos en un Alpine, un coche alegre, nervioso, muy deportivo, que metía el morro en las curvas como si surcase los mares, un viaje lleno de aventuras que guardo en un rincón muy especial de mi memoria.” Por aquel entonces ya conocía y le gustaban los Morgan. Un coche de morro largo,  elegante, con mucha personalidad, que inspira libertad y que tenía muy claro que “cuando fuese mayor, me compraré uno” .

Tras años de abrirse camino en la vida profesional y personal, llegan los hijos, la madurez y un Morgan…. “en cuanto tuve mis caminos resueltos y una edad en la que me podía permitir ciertas licencias en el trabajo y en la familia, decidí comprar mi Morgan. Mi modelo preferido es el 4/4, me parece el más romántico, por sus formas y con un motor ideal para disfrutar de la vida sin necesidad de hacer carreras “. El Morgan se convirtió en una bonita sorpresa para su padre, de nuevo el motor y las cuatro ruedas conectaban generaciones, lo disfrutaron muchísimo juntos y también en familia, poco a poco los más jóvenes entraron en el mundo Morgan y a día de hoy Pili se siente orgullosa de tener nietas “Morganistas”.

Fue en el año 2000 cuando alguien le habló del Morgan Sports Car Club de España, de las salidas que hacían, de la fraternidad y el buen ambiente que se respiraba en ese grupo de aficionados al Morgan y decidió formar parte. En aquel momento Pili era la única mujer que conducía un Morgan en el Club y se encontraba en franca minoría. Afortunadamente, en la actualidad, esa situación está cambiando.

Poco antes de la primera salida falleció su padre, conducir el Morgan se le hizo muy cuesta arriba… demasiada tristeza, así que acudió con su coche habitual. Pili desconocía una “regla” del Club, el que se dejaba el Morgan en casa le “penalizaban” con unas orejitas de conejo que debía lucir al final de la cena… a pesar de la sorpresa, Pili pudo dar un discurso cariñoso y divertido. Nunca le ha faltado el sentido del humor y el carácter luchador. 

Desde ese momento siempre asiste a las salidas con sus Morgan, alternando los dos modelos 4/4 de que dispone, de distinta factura y motor, pero ambos queridos por igual. Con el Morgan se aprende a ir ligero de equipaje, sin olvidar los “por si acaso”, siempre poniendo a mal tiempo buena cara y sobre todo teniendo siempre a mano la “cinta americana”, una varita mágica que solventa cualquier contratiempo.

morgan pili carola

Pili acompañada de su hija Carola, compartiendo pasión y sonrisa.

Confiesa que el Club le ha dado amigos entrañables que la han acompañado en las duras y en las maduras, que lo mejor que hay en la vida es rodearse de personas que valoren la amistad, las risas y no dejen de repartir cariño. Y si son apasionados del Morgan, mejor.

Pili es una conductora incansable, no le pesan los kilómetros, los acostumbra a recorrer siempre disfrutando de la indescriptible sensación de libertad que le proporciona su Morgan, una independencia y conexión con la naturaleza que le permite “ir a su aire” cantando a pleno pulmón “le tourbillon de la vie…”